Cuatro desarrollos en Vaca Muerta concentran la producción de hidrocarburos

Las áreas con desarrollos en la formación Vaca Muerta concentran el mayor volumen de producción de petróleo y gas en la provincia de Neuquén.

En el segundo trimestre del año, Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur, operadas por YPF, sumaron el 43,8% del total de la producción de crudo, superando ampliamente a las áreas que le siguen: Chihuido de la Sierra Negra y Loma La Lata – Sierra Barrosa, ambas de explotación convencional, con el 11,6% del total, según indica un informe del Ministerio de Economía de Neuquén.

La pandemia del coronavirus tuvo un fuerte impacto en la industria petrolera. Entre el primer y segundo trimestre del año, el 75% de las áreas concesionadas registró una caída de la producción. Las mayores bajas se dieron en Loma Campana (-6,9%) y Puesto Hernández (-1,6%). Otras áreas vieron aumentada su producción, como Cruz de Lorena, el proyecto de shale oil de Shell, con 1,2%.

Las áreas de mayor producción de gas fueron Fortín de Piedra, el desarrollo en Vaca Muerta de la empresa Tecpetrol, con 16,0% del total, seguido por el yacimiento convencional Loma de La Lata – Sierra Barrosa, con 14,9%. Rincón del Mangrullo, El Mangrullo y Aguada Pichana Este, todas concesiones no convencionales, acumulan el 24,1% del total.

Para analizar los cambios en la producción de gas, debido a su fuerte componente estacional, el informe calculó las variaciones entre el segundo trimestre de 2019 y el mismo periodo de 2020. La caída de producción en las áreas gasíferas está vinculada a la merma de las inversiones en los últimos dos años por la fuerte baja de los precios internos. Las mayores caídas se dieron en Fortín de Piedra (-4,7%) y El Orejano (-3,4%).

A contramano de la tendencia, La Calera, operada por Pluspetrol, registró una variación positiva del 3,3%.

Pozos más largos

El informe del ministerio de Economía destaca que la actividad de perforación tuvo un cambio en su proceso tecnológico en 2019, por el cual, pese a que hubo una disminución en la cantidad de pozos (que pasaron de 329 en 2018 a 210), se registró un incremento en la longitud de con un resultado global de mayor cantidad de metros perforados, de 1,3 millones de metros contra 1,2 millones en el 2018.

En 2020, por la paralización de la actividad de perforación durante el aislamiento social por el coronavirus, en el segundo trimestre hubo un caída del 96,4% en la realización de pozos y un 93,9% en metros perforados.