Deuda externa, precios y demanda: las claves del negocio del gas para 2020
Referentes del sector opinan sobre el complejo escenario que enfrentan este año las inversiones en el desarrollo del gas.
El negocio del gas para 2020 enfrenta un panorama complejo por factores como la recesión económica, la baja de la demanda, excedentes de producción e incertidumbre de precios.
Referentes del sector coincidieron en que, de no haber un cambio de escenario, este año se espera una caída de la producción y de las inversiones en el gas de Vaca Muerta, luego de tres años de un crecimiento acelerado.
Para el ex secretario de Recursos Hidrocarburíferos José Luis Sureda, “hoy es difícil hacer un pronóstico porque este año Argentina depende de llegar a un acuerdo con los bonistas y con el FMI”.
“Hoy se suman dos problemas: el mal manejo en el precio de los combustibles luego de las PASO por parte del gobierno anterior, sin solución de continuidad por Alberto Fernández”, agregó.
Sureda indicó que el contexto condiciona las inversiones, que en el caso del gas enfrenta problemas particulares producto de la sobreoferta, por una combinación de factores como la caída de la demanda por efecto de la recesión y el desplazamiento de parte de las energías renovables.
“La única válvula de escape es Chile. Pero Chile sabe que cualquier precio le viene bien a Argentina porque eso es mejor que cerrar los pozos. Por eso la exportación no va a significar una planificación de los precios”, dijo Sureda. Y consideró que “si este escenario no cambia, va a haber una caída de la producción de gas con un ambiente de precios deprimidos hasta que llegue el invierno. En invierno hay que ver qué hace el gobierno, si interviene o deja que los precios jueguen. Las perspectivas para la industria este año son malas vistas desde el escenario actual”.
Subastas competitivas
El presidente del Instituto Argentino de la Energía General Mosconi (IAE), Jorge Lapeña, puso en relieve que en 2019 hubo una baja de la demanda de gas del orden del 5% y que recién en noviembre comenzaron a notarse signos de recuperación.
Según Lapeña, la clave pasará por la política de precios para el gas natural. “En la gestión anterior el precio del gas en boca de pozo jugó un rol muy importante en la suba de las facturas energéticas, ya sea en el gas como en la energía eléctrica. En la medida que esos precios se fijen de una manera más competitiva y transparente, y con una mirada atenta del gobierno para evitar que el poder oligopólico de las empresas logre precios altos y no competitivos, va a definir con el mercado del gas en 2020”, consideró.
Para el director de la consultora Gas Energy Latinoamérica, Luciano Codeseira, “2020 va a ser un año problemático y febril. Hasta marzo hay que estar atentos a cómo se resuelve la deuda y a una potencial y leve recuperación en la actividad económica en el segundo semestre«.
“Seguiremos en un entorno de precios deprimidos, hay que ver qué estímulos pone en la mesa el gobierno para moderar el balance de las compañías y mantener las inversiones en gas. El sendero es ajustado, no hay mucho margen, y todo dependerá de cómo se resuelve la deuda externa”, señaló.
Codeseira: “Seguiremos en un entorno de precios deprimidos, hay que ver qué estímulos pone en la mesa el gobierno para moderar el balance de las compañías y mantener las inversiones en gas. El sendero es ajustado, no hay mucho margen, y todo dependerá de cómo se resuelve la deuda externa”
Según Codeseira, por el lado de la demanda, las claves pasarán por la nueva adenda al contrato de importación de gas de Bolivia, un posible incremento leve del consumo doméstico y las exportaciones de gas natural a Chile y de LNG a Brasil.
“En el lado de la oferta interna hay que estar atentos al gas asociado de shale oil y al gas storage como vías distintas para modular la oferta siguiendo el perfil de la demanda”, comentó Codeseira.
Un plan estratégico
Mientras que el consultor Miguel Fryziak consideró que “si las condiciones continuan de esta manera, la producción va a bajar”, por lo cual subrayó que es necesario que el gobierno se siente a dialogar con los diversos actores de la industria, y defina su política energética en base a un plan estratégico.
Lapeña: “El gas que no está subsidiado no crece. En un contexto donde el Estado no tiene recursos excedentes es infantil pensar que la producción de gas pueda crecer a expensas de un subsidio que no podemos pagar”
“En la historia reciente el país viene sufriendo una restricción externa cíclica. El Estado debería hacer un balance de las divisas que va a lograr con Vaca Muerta y lo que va a tener que erogar para desarrollarla, porque se necesita equipamiento, obras de infraestructura y tecnología porque aun no hay una industria que pueda suplantar a las empresas internacionales de servicios especiales”, comentó Fryziak.
“Se debe armar un sistema de ver a quién se beneficia, con un montón de gifs porque estamos en un escenario muy complejo tanto a nivel local como regional e internacional, con una gran volatilidad de los precios del petróleo”. “Hay muchas discusiones pendientes. Lo peor que puede pasar es lo pendular”, señaló el consultor.
Fryziak: “En la historia reciente el país viene sufriendo una restricción externa cíclica. El Estado debería hacer un balance de las divisas que va a lograr con Vaca Muerta y lo que va a tener que erogar para desarrollarla, porque se necesita equipamiento, obras de infraestructura y tecnología porque aun no hay una industria que pueda suplantar a las empresas internacionales de servicios especiales”
Precios en boca de pozo
La industria está pendiente de las decisiones de Nación, que congeló por hasta 180 días los incrementos de las tarifas del gas para evaluar los costos del sector y definir una nueva política de precios.
“El gas que no está subsidiado no crece. En un contexto donde el Estado no tiene recursos excedentes es infantil pensar que la producción de gas pueda crecer a expensas de un subsidio que no podemos pagar”, señaló el presente del IAE, quien pidió que haya subastas competitivas. Consideró que hasta ahora “hubo una gran influencia del oligopolio productor que ha fijado precios de confort que no creo que se puedan sostener en el caso de que haya subastas transparentes”.
Mientras que Sureda indicó que “hay que dejar que el mercado funcione, y eso sucederá si los precios de verano son bajos y los de invierno altos. No estoy hablando de pasar por arte de magia a un mercado liberado, sino de no intervenirlo mal, como por ejemplo con subastas predatorias de Cammesa que tienen un pequeño beneficio en el corto plazo pero un gran perjuicio a largo plazo”, agregó.
Consideró que deben hacerse “subastas anuales con take or pay. Los precios serán altos en invierno y más bajos en verano porque habrá mucha competencia, y tendremos un equilibrio de precios racionales en los promedios anuales y no se va a ver perjudicada la actividad”.
Especial para el suplemento +E de LM Neuquén