El crecimiento de la producción de shale oil presiona a las refinerías
Los stocks de crudo están al límite y ya empieza a sobrar petróleo liviano en un contexto de caída de venta de combustibles. El crudo de Vaca Muerta ya busca mercados de exportación.
La creciente producción de petróleo de Vaca Muerta ejerce presión sobre el parque refinador argentino, en un contexto de recesión y de caída de la venta de combustibles.
Por un lado, las refinerías deberán adaptarse para procesar los diferentes tipos de calidad del shale oil, y por otro, el fuerte incremento de la producción deberá buscar destinos en mercados internacionales ante una previsible sobreoferta en el corto plazo.
Según el último informe de tendencias energéticas del IAE General Mosconi, en el acumulado de los últimos 12 meses a mayo, la producción nacional de petróleo aumentó un 3,2%, empujada por un fuerte crecimiento del shale oil del 53,6%.
Mientras que las ventas de naftas y gasoil disminuyeron 4,4% y el volumen de petróleo procesado disminuyó un 1,8% en el mismo periodo.
A su vez, la refinación de petróleo acumuló una caída del 7% en el primer cuatrimestre de 2019 en comparación al mismo periodo del año pasado. La destilación de naftas bajó un 3,4%, mientras que el gasoil bajó un 10,9%. En la caída influyen dos factores: la recesión económica, por un lado, y cuestiones técnicas, como la baja de la actividad entre el 19 de enero y el 1º de marzo de la refinería La Plata, la más grande el país, por un desperfecto producido por un apagón de EDELAP que afectó a la unidad de topping.
Parque refinador
Argentina cuenta con ocho grandes refinerías: La Plata, Luján de Cuyo y Plaza Huincul de YPF, San Lorenzo (Oil); Dock Sud (Raizen), Campana (Axion), Elicabe (Puma Energy), Campo Durán (Refinor), que tienen una capacidad de procesamiento de unos 625 mil barriles diarios.
Por ahora, sólo hay un plan de ampliación en marcha, que lleva adelante Axion. La compañía controlada por Pan American Energy (PAE) anunció días atrás la obtención de un préstamo por u$s 500 millones para financiar las inversiones destinadas a la expansión y modernización de su refinería en Campana, en la provincia de Buenos Aires. El objetivo es incrementar un 60% la producción de combustibles.
El crecimiento de la producción de shale oil traerá desafíos para su procesamiento. Según fuentes del mercado, más que incrementar la capacidad instalada, será necesario hacer fuertes inversiones en cambios tecnológicos, no sólo para destilar el shale oil, sino también se deberá apuntar a bajar los contenidos de azufre de los combustibles, según establece la normativa nacional que busca reducir la polución ambiental e igualar los estándares europeos.
YPF está adaptando su refinería de Plaza Huincul para procesar un 100 por ciento de petróleo de Vaca Muerta hacia 2021.
Hoy el contexto macroeconómico, con un riesgo país y costo de financiación altos, es un gran escollo para la concreción de este tipo de proyectos.
El incremento de la producción de Vaca Muerta, en una coyuntura marcada por la caída de la refinación en el mercado local, ya comienza a dar signos de abundancia de petróleo liviano.
Uno de esos síntomas es el cierre de la brecha de precios entre el crudo de calidad Medanito y el Escalante, más pesado.
En marzo el petróleo de la cuenca neuquina cotizó, en promedio, 57,5 dólares el barril contra los 56,4 dólares del crudo de la cuenca del Golfo San Jorge.
Las fuentes consultadas esperan que en los próximos meses sean más frecuentes las exportaciones de crudo, sobre todo de las empresas no integradas que tienen un mercado restringido porque los stocks están al límite.
Hasta ahora sólo YPF, por la parada de la refinería La Plata, y Vista Oil & Gas, han exportado petróleo de la cuenca neuquina. La petrolera bajo control estatal ya hizo la solicitud para enviar otro cargamento al exterior.
¿Exportadores de naftas?
“No todas las refinerías son iguales y Vaca Muerta produce cinco clases de petróleo diferentes. El mejor petróleo, el de Loma campana y Bandurria, por ejemplo, tiene 44 grados API, es muy rico en naftas y muy pobre en gasoil”, indicó el ex secretario de Hidrocarburos de la Nación, José Luis Sureda.
Según Sureda, es probable que a raíz del crecimiento del shale oil, que hoy comprende el 15,3% de la producción total de petróleo, en el futuro Argentina tenga excedentes de producción de naftas y deba importar gasoil.
“Estos problemas no son nuevos, lo vive Estados Unidos, que está inundando el mercado con petróleo liviano, y muchas refinerías en el mundo”, agregó el ex secretario de Hidrocarburos.
YPF concentra el 53% del topping a nivel nacional. De esa cifra, el 57% corresponde a La Plata, 35% a Luján de Cuyo y 8% a Plaza Huincul.
Aceleración en Vaca Muerta
La caída de los precios y la falta de mercados para el gas hizo que este año el grueso de la actividad en Vaca Muerta se volcara a la ventana de shale oil, y que las principales compañías decidieran pasar a etapa de desarrollo sus proyectos más rentables.
YPF planea elevar este año un 45% la producción en sus tres principales desarrollos de petróleo no convencional (Loma Campana, La Amarga Chica y Bandurria Sur).
Shell acelerará el desarrollo de las áreas Sierras Blancas, Cruz de Lorena y Coirón Amargo Sur Oeste. También sumarán producción Vista Oil & Gas, en Bajada del Palo; Pan American Energy, en Lindero Atravesado, Bandurria Centro y Coirón Amargo Sur Este; y Exxon en Bajo del Choique-La Invernada.
La combinación de factores como una mayor producción de shale oil, la necesidad de inversiones en adecuación de las destilerías y un parque refinador con capacidad ociosa por la caída de la demanda de combustibles, generará excedentes de producción de Vaca Muerta, que deberá buscar mercados internacionales. La exportación de combustibles elaborados será el próximo gran paso que impulsará Vaca Muerta.
Especial para el suplemento +E, de LM Neuquén.