Este año los hogares pasaron a pagar el gas más caro del mercado
Las industrias, generadoras y el GNC se vieron beneficiados por la abundancia de la oferta.
La abundancia de gas por el incremento de la productividad de Vaca Muerta generó durante 2019 una fuerte caída de los precios en dólares del gas en boca de pozo. Sin embargo, por las particularidades del mercado, la baja no benefició a los usuarios hogareños sino a sectores como la industria, GNC y generación de electricidad.
En los meses más calurosos del año llegó a venderse por debajo de los dos dólares el millón de BTU en el mercado spot, en un contexto de una sobreoferta de entre 10 y 12 millones de metros cúbicos diarios de gas los días hábiles y 20 millones de m3 diarios durante los fines de semana, según fuentes privadas consultadas por Patagonia Shale.
A contramano de lo sucedido en las últimas décadas, cuando la demanda prioritaria era la más beneficiada por los precios, este año los usuarios domiciliarios pagaron el gas más caro.
La irrupción de Fortín de Piedra con sus 17 millones de metros cúbicos diarios de producción con los beneficios de la Resolución 46 provocó un cimbronazo en el mercado.
A contramano de lo sucedido en las últimas décadas, cuando la demanda prioritaria era la más beneficiada por los precios, este año los usuarios domiciliarios pagaron el gas más caro. Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, el segmento de las distribuidoras pagó el gas en boca de pozo entre 3,14 y 4,28 dólares el millón de BTU. Mientras que para el GNC los precios oscilaron entre 2,98 y 3,95 dólares; para las usinas generadoras cotizó entre 1,97 y 2,92 dólares; y para la industria estuvo entre 2,68 y 3,65 dólares (Ver tabla). Es decir, que sólo la exportación superó el valor que pagaron los residenciales.
Subastas
El mayor precio en dólares que afrontaron los hogares está relacionado a la subasta impulsada por el entonces secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, para el segmento de distribución, y que arrojó un precio promedio de 4,56 dólares por millón de BTU, superior al previsto por el Gobierno.
Esos valores se pactaron al tipo de cambio de la segunda quincena de marzo (41 pesos), para evitar los sucedido en 2018 cuando el desfase producido por la devaluación generó una abultada deuda entre las distribuidoras -que no pudieron trasladar la suba de dólar a tarifa- y las productoras, que terminó asumiendo el Estado.
Los segmentos de la generación y de la industria pudieron aprovechar a abundancia de gas y conseguir mejores precios mediante la compra directa a las productoras con contratos de corto plazo.
En esa subasta, realizada en febrero, las empresas calcularon la cobertura por el riesgo cambiario aumentando los precios.
Fuentes del mercado, indicaron a Patagonia Shale, que los segmentos de la generación y de la industria pudieron aprovechar a abundancia de gas y conseguir mejores precios mediante la compra directa a las productoras con contratos de corto plazo.
Las distribuidoras, en cambio como deben garantizarse la provisión para abastecer a la demanda prioritaria, adquirieron el 85% del gas con contratos de mediano y largo plazo con lo cual no pudieron sacar ventaja de la ventana de precios bajos.
Devaluaciones
Hasta las elecciones PASO, los usuarios residenciales pagaron el gas más caro del mercado. Luego quedaron resguardados del salto devaluatorio producido tras la detona de Mauricio Macri porque los contratos quedaron fijados en $41 y Lopetegui pateó la actualización de las tarifas para el 2020. Esta semana la gestión de Alberto Fernández decidió congelarlas por 180 días para hacer una revisión del esquema tarifario.
El precio del gas en boca de pozo en dólares, en promedio, cayó entre un 22 y un 25% con respecto a 2018.
La mayor oferta de gas durante este año se combinó con una baja del consumo producto de la profunda crisis económica que atraviesa el país, el incremento de tarifas y la quita de subsidios al consumidor. Según las datos a octubre, se registró una caída de la demanda del 5,6% en los últimos doce meses corridos respecto a igual periodo del año anterior.
En este contexto, el precio del gas en boca de pozo en dólares, en promedio, cayó entre un 22 y un 25% con respecto a 2018.
La baja de los precios y la abundancia de gas en los meses templados hizo que este año las operadoras de Vaca Muerta apostaran el grueso de sus inversiones a extraer petróleo, al menos hasta el congelamiento del barril.