OIL & GAS

Kulfas aseguró que faltan detalles para definir el precio del barril criollo

El ministro de Desarrollo Productivo dijo que se buscará sostener las inversiones para no tener que importar petróleo en el corto plazo.

Matías Kulfas, ex ministro de Producción.

El Gobierno nacional ratificó hoy la necesidad de establecer un precio de referencia para el barril de petróleo local para dar certidumbre a las inversiones del sector una vez superada la pandemia de coronavirus y evitar la posibilidad de tener que importar crudo a mediano plazo.

El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, que tiene bajo su órbita a la Secretaría de Energía, señaló hoy que se “está terminando de definir algunos detalles» y que «la idea es tener un precio de referencia que evite que los proyectos que en la Argentina están en funcionamiento, aún con bajo nivel de actividad, no terminen de cerrarse bajo un escenario negativo».

El funcionario consideró que el barril criollo es necesario «para que cuando la situación se normalice se pueda tener a los inversores y a los proyectos de pie para restablecer rápidamente la actividad».

«Si no lo hiciéramos, el gran peligro es que cuando la actividad se normalice y los precios vuelvan al alza, no tengamos la producción en pie y debamos importar petróleo, por eso buscamos dar certidumbre hacia adelante”, dijo en declaraciones radio La Red.

Kulfas:  «la idea es tener un precio de referencia que evite que los proyectos que en la Argentina están en funcionamiento, aún con bajo nivel de actividad, no terminen de cerrarse bajo un escenario negativo».

El gobierno busca que las petroleras se comprometan a sostener los niveles de producción y los puestos de empleo, además de promover el desarrollo de las pymes para fortalecer el entramado productivo en las regiones hidrocarburíferas.

Puja entre empresas

Como ya ha informado PSh, el gobierno buscaba un consenso en la industria en torno a al precio sostén del crudo, el cual no se ha podido alcanzar por las diferencias entre los actores más relevantes. 

Por un lado, las compañías refinadoras puras y las petroleras integradas, pretenden un valor del crudo lo más bajo posible para maximizar la rentabilidad del negocio del downstream, pagar menos regalías y comprar el petróleo más barato a terceros. Un precio alto del crudo local haría inviable la refinación por lo cual pretenden un barril interno en torno a los 32 a 35 dólares.

Mientras que las empresas productoras y las provincias petroleras como Neuquén, reclaman un barril criollo a 45 dólares para repuntar el nivel de actividad, sostener las inversiones, el empleo y los ingresos por regalías e impuestos. 

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