La UIA plantea el debate sobre el modelo de Vaca Muerta: ¿Noruega o Nigeria?
La asociación gremial empresarial plantea la necesidad de políticas de estado a largo plazo para agregar valor en origen al petróleo y al gas.
El viernes pasado el gobierno de la Provincia de Neuquén, la Asociación de Industriales del Neuquén (Adineu) y la Unión Industrial Argentina (UIA) firmaron un convenio para fomentar la cooperación público – privada en busca de oportunidades de negocios y proyectos viables para agregar valor en origen a la producción de Vaca Muerta.
Luego del acto protocolar, se realizó una presentación para empresarios denominada «Futuro Energético y Valor Agregado Industrial en Neuquén», an la cual se brindó un panorama sobre la oportunidad que representa Vaca Muerta para la asociación gremial empresaria.
Mediante un trabajo del centro de estudios de la entidad, se destacó que su desarrollo impactará en un crecimiento anual de 5% del Producto Bruto Geográfico de Neuquén y de 0,4% del Producto Interno Bruto nacional, y que el empleo neuquino crecerá a un rito del 6,6% anual y el argentino al 0,22%.
El documento de la UIA al que Patagonia Shale tuvo acceso, señala que la producción no convencional permitirá disminuir el precio del gas, incrementar los ingresos fiscales y ahorrar divisas de manera creciente en la compra de GNL al exterior. Según estas previsiones, hacia 2023 Vaca Muerta aportaría beneficios al país por 3.460 millones de dólares (2.440 millones por menores precios del gas, 670 millones en regalías y 350 millones en ahorro de importación de GNL).
¿Noruega o Nigeria?
En ese contexto, la UIA se plantea el debate acerca de si Argentina quiere seguir el modelo noruego o el nigeriano. Señala que el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo sitúa a ambos países en el primer y último puesto de su Índice de Desarrollo Humano y que aún con niveles similares de producción de petróleo, en 2017 el PIB per cápita de Noruega fue 38 veces mayor al de Nigeria.
En el país europeo, además de la exportación de petróleo, se desarrollaron industrias importantes como la metalurgia y la automotriz, así como la construcción de plataformas petrolíferas y productos electrónicos. Nigeria, en cambio, no ha podido diversificar su estructura productiva y sus ingresos dependen de un único recurso natural.
La UIA apunta que el país nórdico logró financiar gran parte de sus avances tecnológicos con lo obtenido en la renta petrolera, mediante la visión estratégica de la empresa Statoil. En cambio, Argentina cuenta aún con niveles de inversión en inversión y desarrollo (I+D), del 0,50% del PBI, inferiores a los del promedio regional.
Vaca Muerta abre oportunidades de negocios en el sector del upstream para los proveedores y en el downstream para la industrialización de los hidrocarburos.
Pondera que el superávit generado por la exportación de petróleo es depositado en el Fondo de Pensiones del Gobierno de Noruega, compuesto por acciones, bonos e inmuebles para diversificar la riqueza del país, y que cuando cae el precio del crudo, el Gobierno retira parte de los intereses generados en el fondo para cubrir la falta de ingresos fiscales.
Otros de los factores críticos señalados por la entidad industrial es el crédito, el cual en la Argentina está en niveles similares a los de Nigeria, al ser menor al 16% del PIB, lo que ubica al país en el lote de los peores a nivel global.
También cuestionan la elevada presión fiscal, aunque reconoce que se encuentra debajo de algunos países desarrollados, como Alemania.
Vaca Muerta y la industria
En este contexto, la UIA considera que Vaca Muerta abre oportunidades de crecimiento empresarial en dos frentes: por un lado, en el upstream, mediante el desarrollo de proveedores de infraestructura, maquinaria y equipos, la creación de clusters para mejorar la competitividad y el impulso de las PyMEs; y, por otro, en el upstream, que posibilitará negocios que agreguen valor a la producción como el desarrollo de las industrias química, petroquímica y plástica.
Según la UIA, Vaca Muerta impacta sobre 2.228 empresas vinculadas a la industria de químicos y plásticos, 1068 de metales comunes y producción del metal, 195 fábricas de motores, bombas, 1.738 empresas vinculadas a minerales no metálicos, 43 con especialización en transporte por tuberías, 126 firmas del sector de generación, transporte y distribución de electricidad.
Entre los principales obstáculos para desarrollar un crecimiento industrial en torno a los yacimientos no convencionales, la asociación gremial empresaria observa la inestabilidad macro-financiera por la recurrente falta de divisas deriva en crisis recurrentes y volatilidad cambiaria, las asimetrías regionales , el mercado de trabajo fragmentado y a escasez de desarrollo tecnológico e industrial.
Subida al tren de Vaca Muerta, la UIA reclama una política industrial de estado que impulse a las empresas con potencial de aprendizaje e innovación, y que tenga continuidad en el tiempo.