Moody´s bajó la calificación a negativa de 10 empresas del sector eléctrico y gasífero
Fue por la caída de la perspectiva de la Nación y por la posibilidad de cambios en la política tarifaria.
Moody’s cambió la perspectiva de calificación a negativa para 10 compañías de servicios e infraestructura que operan en Argentina, arrastradas por la baja que sufrió el Gobierno Nacional días atrás.
Las empresas emisoras afectadas por la caída de la calificación son YPF Energía Eléctrica S.A., Transportadora Gas del Sur (TGS), Camuzzi Gas Pampeana, Distribuidora De Gas Cuyana, Naturgy Ban, MetroGas, Empresa Distribuidora de Electricidad Salta, Empresa Distribuidora Norte, Empresa Provincial de Energía de Córdoba, Albanesi/Generación Mediterránea.
La revisión de la perspectiva refleja principalmente la perspectiva negativa de la Nación debido a que todas las compañías siguen sujetas a las regulaciones y al entorno operativo local. Además, “incorporan la incertidumbre acerca de la futura consistencia del marco regulatorio y la suficiencia de las tarifas en adelante”, informó Moody’s.
La perspectiva negativa asignada a las calificaciones de las compañías reguladas refleja la visión de Moody’s sobre potenciales cambios adversos en las políticas tarifarias en los próximos años.
La calificadora de riesgo señaló que a pesar de que el aumento de tarifas de la RTI (Revisión Tarifaria Integral) para estas compañías fue completado a principios de 2018 y que el incremento inicial fue seguido por ajustes por inflación semestrales, un mayor criticismo de los consumidores, la oposición política y las próximas elecciones llevaron a que el gobierno pospusiera el ajuste tarifario del segundo semestre de 2019 hasta el año próximo.
“La perspectiva negativa asignada a las calificaciones de las compañías reguladas refleja la visión de Moody’s sobre potenciales cambios adversos en las políticas tarifarias en los próximos años”, agrega.
La perspectiva negativa para compañías de generación (B2) incorpora la exposición y dependencia de estas compañías a CAMMESA, agencia controlada por el gobierno.
“Nuestra visión negativa de las compañías de generación también incorpora las presiones en la liquidez y los desafíos que afrontan para solventar sus planes de expansión en un ambiente económico más difícil”, indicó Moody’s.
La calificación mantenida en B1 para la mayoría de las compañías reguladas de Argentina refleja sus relativamente fuertes perfiles crediticios, bajo apalancamiento y adecuada liquidez, combinados con cómodos perfiles de endeudamiento.
Escenario sombrío
La calificadora destacó que una baja adicional de la calificación soberana o un cambio negativo significativo en políticas o regulaciones probablemente resultará en acciones de calificación negativas para las compañías de infraestructura de Argentina.
El deterioro en la liquidez en un ambiente operativo más desafiante puede crear presiones negativas en las calificaciones, en particular para aquellas compañías en el sector de generación que muestran mayores niveles de apalancamiento y enfrentan significativas necesidades de inversión en los próximos 12 a 18 meses, señaló Moody´s.
Señaló que dada la perspectiva negativa, una suba en la calificación es poco probable y que “cualquier consideración para la suba de la calificación para las compañías reguladas de servicios requeriría mayor certeza en la continuidad de la política tarifaria, que permita a las compañías una recuperación oportuna de sus mayores costos».
«Para las compañías de generación, una suba en la calificación requeriría también mejoras en su posición de liquidez y menor apalancamiento. Cuantitativamente, esperaríamos ratios de Deuda/EBITDA en el rango de 2 a 3 veces y ratios de CFO/deuda por encima del 15% de manera consistente para considerar una mejora en las calificaciones de las compañías del sector”, agregó Moody’s.