OIL & GAS

Productoras y refinadoras congelan el precio del petróleo por tres meses

Cierran contratos a tres meses para contener los costos de los combustibles. Esperan un escenario planificado de subas escalonadas de un 15% en los surtidores hasta mayo.

La comercialización de petróleo en el mercado interno vuelve a sufrir tensiones por la suba de la cotización internacional del barril, que alcanzó en los últimos días precios más altos durante la pandemia al superar los 70 dólares. Ante la inviabilidad -política y económica- de trasladar a los surtidores el incremento de costos del principal insumo para fabricar combustibles, las refinadoras y compañías productoras comenzaron a cerrar contratos a plazos más largos para congelar su precio en los próximos tres meses.

Se trata de un hecho inusual en la industria, según indicaron desde una petrolera con activos en Vaca Muerta. Generalmente, los contratos se negocian mensualmente y sin compromisos de volúmenes ni de precios. En el actual escenario, ya se comenzaron a cerrar acuerdos a dos o tres meses (de marzo a mayo) con valores en torno a los 52 a 55 dólares, según coincidieron desde varias compañías consultadas. En el mejor de los casos, se ha logrado acordar un máximo de 60 dólares el barril, aunque se trata de volúmenes marginales. Cada negociación entre privados tiene sus particularidades.

En enero y febrero, el crudo de la provincia de Neuquén se liquidó a un promedio de 48 dólares. Los nuevos contratos buscan congelar el barril durante tres meses para tener un horizonte de previsibilidad, ante el incremento de la cotización a nivel internacional. Las refinadoras esperan aplicar subas escalonadas en los combustibles mensualmente, para llegar a un incremento acumulado de hasta un 15% en mayo, sin tener en cuenta las actualizaciones impositivas.

Así lo envió el viernes YPF, la empresa que lidera el mercado de los combustibles y que marca el compás de precios.

Ler más: YPF aumentará un 15% los combustibles en los próximos tres meses

Las refinadoras aducen que la seguidilla de aumentos que hubo este año, en torno al 11%, estuvo relacionada con la actualización de la carga impositiva que tienen las naftas y el gasoil (Impuesto a los Combustibles Líquidos y al Dióxido de Carbono) y a la recomposición de los precios de los combustibles que se utilizan como corte obligatorio, y no a una recuperación de su margen de rentabilidad.

El CEO de YPF, Sergio Affronti, indicó que desde que se descongelaron los precios de los combustibles en agosto pasado, el incremento fue del 35%,  pero sólo el 14% fue para mejorar la rentabilidad del sector.

El presidente de la Nación, Alberto Fernández, reconoció que el tema de los aumentos es preocupante para el gobierno. Dijo, en una entrevista con C5N, que el gobierno estudia “modificar el sistema de aumento de combustibles para que no haya un goteo permanente que influya todos los meses”.

La soja presiona a los surtidores

El secretario de Energía, Darío Martínez, destacó que una de las cuestiones que presiona sobre los combustibles es el incremento de la cotización de las commodities como la soja y el maíz, insumos que se utilizan para elaborar el biodiesel y bioetanol que se mezcla con el gasoil y las naftas.

Señaló que se trabaja en una nueva regulación de biocombustibles, que reemplazará a la Ley 26.093 que vence en mayo. “Vemos que hay un año con commodities muy altos, y eso va a ser un problema permanente, por eso queremos avanzar en un esquema donde, cuando el precio se va muy arriba, el importe baje”, dijo el secretario de Energía.

Otra de las cuestiones centrales que definen los precios de los combustibles son los impuestos, que por ley se actualizan trimestralmente en relación al Indice de Precios al Consumidor (IPC). Si se suman el IVA e Ingresos Brutos, la carga impositiva de cada litro de nafta o gasoil sonda entre el 37 y el 40% del precio en surtidor.

Con el barril de curdo Brent cercano a los 70 dólares y un precio local del Medanito para marzo en torno a los 52 dólares, las productoras puras hoy ven más conveniente vender al exterior, aun con retenciones del 8% más los descuentos por calidad. Sin embargo, deben tener el visto bueno del gobierno, que controla las autorizaciones, y que debe garantizar el abastecimiento de las refinerías locales.

Otro factor que presiona sobre los precios de los combustibles es la constante microdevaluación de la moneda, que impacta sobre los costos, fundamentalmente porque el crudo se negocia en dólares.

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