Vaca Muerta se valorizó en la última década, pero aún es accesible para los inversores
El acre del shale neuquino ronda los 7.000 dólares, cuatro veces menos que los principales plays de los Estados Unidos.
En la última década, el desarrollo de Vaca Muerta permitió revalorizar las áreas petroleras neuquinas. En 2009, cuando la empresa provincial Gas y Petróleo del Neuquén (GyP) lanzó su primera ronda licitatoria de áreas marginales, el acre -medida de superficie anglosajona de uso en el shale- cotizaba a unos 400 dólares. Hoy, el valor promedio se multiplicó por 17 y se ubica alrededor de los 7.000 dólares.
El precio de acceso al shale depende de varios factores como los hidrocarburos estimados en el subsuelo, el potencial geológico, la infraestructura existente, o la existencia de pozos exploratorios exitosos.
Los bloques más económicos son los que están ubicados en la ventana de gas seco, hacia el oeste de la provincia. La franja de gas rico de Vaca Muerta, hacia el centro, es más cara, mientras que los campos más preciados se ubican en la ventana de black oil, en la zona de Añelo, epicentro del desarrollo que lideró YPF en Loma Campana.
Según un informe para inversionistas elaborado por la petrolera Vista Oil & Gas, conducida por Miguel Galuccio, aún es posible entrar en Vaca Muerta a precios atractivos. La compañía calculó el precio promedio del acre en 6.600 dólares, y destacó que aún está muy por debajo del Permian estadounidense que supera los 27 mil dólares.
El reconocimiento de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA) en 2011 de Vaca Muerta como la cuarta formación con mayores recursos de shale oil a nivel mundial y la segunda en shale gas, junto a las perforaciones que confirmaron un potencial superior, por espesores y contenido de materia orgánica, al de cuencas similares de los Estados Unidos, atrajeron a grandes compañías globales como Exxon Mobil, Shell, Schlumberger, Dow y Statoil.
Ventas
La operación récord en Vaca Muerta fue la venta de YPF a Chevron del 50% de los derechos de Loma Campana, en julio de 2013, a 12.700 dólares el acre. En ese entonces, el barril de petróleo rondaba los 75 dólares y se esperaba que alcanzara la barrera de los 100 dólares en poco tiempo. Además la petrolera ya contaba con una buena cantidad de pozos exploratorios perforados y tenía un fuerte peso en las decisiones de política energética del gobierno nacional.
Ese mismo año, la petroquímica DOW pagó a YPF 10.790 dólares el acre para ingresar en El Orejano, el primer desarrollo de shale gas de la cuenca.
La petrolera argentina también consiguió socios para desarrollar las áreas de petróleo no convencional con mejor potencial de Vaca Muerta. En 2015, la malaya Petronas pagó 8.800 dólares el acre para entrar a La Amarga Chica, área que entró en desarrollo este año.
En 2017, con el barril de petróleo en torno a los 55 dólares, apenas repuntando tras el desplome global del 2014, YPF vendió participaciones de importantes áreas como Bajada de Añelo a Shell , Bandurria Sur a Schlumberger y Bajo del Toro a Statoil, en operaciones que rodearon entre los 7 mil y los 10 mil dólares el acre. Según un documento del área de Energía de la Nación, las transacciones promediaron los 8.000 dólares.
En 2013, la alemana Winthershall pagó unos 7.300 dólares el acre para asociarse con GyP en el área Aguada Federal.
Hace algunas semanas, la estatal IEASA (Ex Enarsa), adjudicó a YPF, mediante licitación, el bloque Aguada del Chañar, en una operación que rondó los 6.768 dólares el acre.
Mientras que costos de ingreso a las áreas licitadas por GyP en el Plan Exploratorio Neuquén, lanzado a fines de 2017, promedian los 3.000 dólares el acre e incluyen el pago de un bono inicial y compromisos de inversión. Se trata de áreas de alto riesgo, con pocos pozos perforados y escaso nivel de información.
Las últimas áreas adjudicadas por la empresa provincial tuvieron precios dispares. Pampa Energía pagó 6.980 dólares el acre por Las Tacanas. Mientras que Statoil obtuvo Bajo del Toro Este a 517 dólares. Retama ofreció 2.440 dólares el acre por Parva Negra Oeste, pero luego no pudo reunir el capital necesario para cumplir con los compromisos por las altas tasas de endeudamiento de la economía argentina.
Las áreas en la ventana de gas rico y de black oil son las de mejor cotización.
La variación en los precios se explica en el valor comercial de cada producto. La cotización del barril de petróleo en el mercado interno está cercana a los valores internacionales por lo cual los bloques en la ventana de black oil de Vaca Muerta cotizan mejor. Mientras que el gas está atado a los vaivenes de la política energética doméstica. El crecimiento de la producción en los últimos años estuvo apalancado por multimillonarios subsidios estatales, que para 2019 recibieron un fuerte recorte por la crisis financiera que atraviesa el país, y además su desarrollo presenta restricciones por falta de mercados.
La franja gasífera del shale también es más atractiva a medida que contiene hidrocarburos más ricos, y por lo tanto más caros.
Si bien el acceso a Vaca Muerta es mucho más barato que los plays norteamericanos, la mayoría de las petroleras globales presentes en Neuquén están teniendo una estrategia cautelosa ante los riesgos que presenta la economía argentina y la necesidad de generar mercados para colocar el petróleo y el gas.