YPF creció en 2023, pero perdió US$ 1.277 millones
La compañía nacional aumentó las inversiones, la producción en Vaca Muerta y la venta de combustibles.
El balance de YPF en 2023 cerró con una pérdida de 1.277 millones de dólares, pese a que incrementó las inversiones, aumentó la producción en Vaca Muerta y las ventas de combustibles.
El resultado neto fue negativo, debido a la desvalorización de activos gasíferos por la caída de precios y, fundamentalmente, la revaluación de los campos maduros. La cúpula de la compañía puso en marcha un plan de desinversión de 55 yacimientos convencionales, lo cual arrojó una pérdida de US$1.782 millones en el cuarto trimestre de 2023 por la revisión del valor recuperable de es bloques.
Más allá del balance, vinculado a la estrategia de la nueva conducción y a las condiciones del mercado, que se caracterizó por un fuerte retraso del precio de los combustibles, YPF creció en términos de actividad, producción y ventas.
La compañía invirtió casi 5.700 millones de dólares en 2023, un 36% por encima al año anterior, que le permitió incrementar por segundo año consecutivo la producción total de hidrocarburos un 2%, totalizando en 514 mil barriles equivalentes por día.
Los resultados en Vaca Muerta
La actividad en Vaca Muerta continuó siendo el principal eje de crecimiento de YPF. La producción de crudo no convencional mostró un crecimiento anual del 27% mientras que la de gas no convencional aumentó un 8%. En el último trimestre del año, la mitad de la producción de YPF provino del no convencional.
Las ventas domésticas de combustibles del año resultaron un 3% superiores al año anterior, marcando un nuevo récord histórico anual, que fue abastecido principalmente a través de mayores niveles de procesamiento en nuestras refinerías, que crecieron un 3% en relación a 2022, y a un incremento en las importaciones.
En materia financiera, el EBITDA ajustado de YPF superó los 4 mil millones de dólares, lo que significó una reducción del 18% respecto del año anterior producto principalmente de menores precios de combustibles medidos en dólares y un contexto de alta inflación que impactó en los costos operativos.
La deuda neta de la compañía alcanzó los 6.800 millones de dólares, mientras que el ratio de endeudamiento neto se mantuvo sin variaciones respecto al trimestre anterior, en 1,7 veces en relación con el EBITDA ajustado.