Galuccio: “Vaca Muerta es el terreno ideal para las independientes de EE.UU.”
El CEO de Vista aseguró que la próxima ola de inversión debe venir de las operadoras independientes norteamericanas, para lo cual es clave mitigar el "riesgo de superficie".
En un cierre de año marcado por récords de producción en la Cuenca Neuquina, Miguel Galuccio, fundador y CEO de Vista, ofreció una clase magistral de estrategia energética durante el evento Energy Day de Econojournal. Lejos de quedarse en la celebración de los hitos alcanzados, el ejecutivo proyectó el escenario para la segunda mitad de la década, y destacó que hay una ventana de oportunidad única donde Vaca Muerta corre con ventaja técnica y económica incluso frente a gigantes consolidados como el Presal brasileño.
La batalla de los ciclos: Flexibilidad vs. Rigidez
Uno de los puntos más altos de su alocución fue el análisis comparativo de la competitividad de los recursos. Galuccio fue contundente al afirmar que, en el actual contexto de volatilidad geopolítica y fluctuación de precios, Vaca Muerta posee un atributo superior al offshore de aguas profundas: el “ciclo corto”.
Mientras que los desarrollos en Brasil dependen de inmensas inversiones de capital hundido y contratos a largo plazo con unidades flotantes de producción (FPSO), el shale neuquino permite una gestión de caja dinámica. “Brasil tiene una economicidad envidiable, pero no tiene el ciclo corto que tenemos nosotros. Detener hoy 15 FPSO que están viniendo para Brasil no es a costo cero. Nosotros podemos frenar, arrancar y acelerar en plazos de tres meses”, explicó Galuccio.

Esta capacidad de reacción es vital. Permite a las operadoras proteger su caja en momentos de precios bajos (“soft”) y acelerar agresivamente cuando el mercado ofrece un “premium” por riesgo geopolítico. Con pozos que se perforan en 13 días y se completan en 20, la Argentina tiene una “botonera” de respuesta rápida que pocos plays en el mundo pueden ofrecer fuera de los Estados Unidos.
El llamado a las “independientes” y el riesgo de superficie
Mirando hacia el 2030, el desafío ya no es geológico. Galuccio recordó que en 2012 Vaca Muerta era “para creyentes”, pero hoy, con una producción de 550.000 barriles diarios (60% del total país) y la roca deriskeada, el desafío es de escala. Para dar el salto cuántico en producción, el CEO de Vista señaló que el ecosistema local necesita nuevos actores, específicamente las compañías independientes norteamericanas.
“Los que hoy están buscando casas o van a empezar a buscar nuevas casas son los norteamericanos y las compañías independientes”, aseguró. Estas empresas poseen el know-how, la profundidad financiera y la mentalidad adecuada para el no convencional. Sin embargo, para atraerlas, Argentina debe resolver la dicotomía del riesgo: ellas se sienten cómodas con el underground risk (el riesgo del subsuelo), pero el país debe garantizar estabilidad en el overground risk (el riesgo de superficie: regulaciones, acceso a divisas y marco fiscal).

Galuccio instó a imaginar un mercado con “10 o 12 Vistas” operando en simultáneo, lo que permitiría pasar de los actuales 40 equipos de perforación activos a los 300 o 400 que se necesitan para asemejarse al desarrollo del Permian o Eagle Ford. “Estados Unidos tiene 450 equipos en el ocaso; nosotros tenemos 40 en el amanecer”, graficó, evidenciando la magnitud de lo que falta por hacer.
Cultura de eficiencia y visión 2027
El ejecutivo también dedicó un párrafo a la cultura corporativa necesaria para explotar este recurso. Citó el modelo de Vista, donde el 40% de los empleados son accionistas y existe una regla de oro: no puede haber más de cuatro niveles jerárquicos entre el CEO y el jefe de equipo en el pozo (tool pusher). Esta agilidad, propia de una startup pero aplicada a una corporación, es lo que permite reducir costos y maximizar el valor de la acción.
Finalmente, sobre el mercado global, Galuccio se mostró “constructivo”. Aunque prevé un 2026 con precios quizás más suaves debido al unwinding de la OPEP y la desaceleración de China, vislumbra un 2027 sólido en demanda. En este tablero, Argentina ya juega como un exportador estructural neto, un cambio de paradigma que, según Galuccio, obliga a la política y a la industria a trabajar alineados para no desaprovechar la oportunidad histórica de ser un proveedor energético global confiable.









