El Gobierno confirmó el aumento de tarifas y el nuevo esquema de subsidios
Desde 20206, el filtro principal para conservar la asistencia será el ingreso total del grupo familiar, que no podrá superar el valor de 3 Canastas Básicas Totales (CBT)
El Gobierno nacional formalizó el cierre de la consulta pública para implementar el nuevo sistema de Subsidios Energéticos Focalizados (SEF), una medida que transformará la asistencia estatal en las boletas de luz y gas a partir de 2026. La decisión administrativa, ratificada tras la Resolución 592/2025, elimina el actual esquema de segmentación de tres niveles (N1, N2 y N3) y establece un criterio binario donde los usuarios reciben ayuda o pagan la tarifa plena. Este cambio impactará fuertemente en la clase media y en regiones de alto consumo como la Patagonia.
Adiós a la segmentación gradual
La Secretaría de Energía confirmó que el procedimiento de participación ciudadana concluyó el pasado 20 de diciembre. Con este paso, la administración central avanza hacia la reestructuración definitiva que comenzará a regir el 1 de enero de 2026. A diferencia del modelo vigente hasta ahora, desaparecen las categorías intermedias. El nuevo sistema divide a la población únicamente en “hogares con subsidio” y “hogares sin subsidio”.
El objetivo fiscal es claro: el Estado busca recortar gastos y trasladar a los usuarios el costo real de la energía. Para lograrlo, los nuevos requisitos de elegibilidad son mucho más restrictivos que los actuales, lo que dejará fuera del beneficio a miles de familias que hoy integran el Nivel 3 (ingresos medios).
Nuevos topes de ingresos y exclusiones patrimoniales
El filtro principal para conservar la asistencia será el ingreso total del grupo familiar, que no podrá superar el valor de 3 Canastas Básicas Totales (CBT). A valores de diciembre de 2025, este techo se ubica en aproximadamente $3.640.000 mensuales. La normativa anterior permitía ingresos de hasta 3,5 canastas, por lo que la reducción del margen expulsará automáticamente a un sector de la población del sistema de protección estatal.

Además del dinero que entra al hogar, el Gobierno aplicará una “lupa patrimonial” estricta. Perderán el subsidio, sin importar cuánto ganen, aquellos usuarios que posean un vehículo con menos de 10 años de antigüedad, sean titulares de dos o más inmuebles, tengan medicina prepaga no vinculada a un empleo en relación de dependencia o registren consumos elevados en moneda extranjera. También quedan excluidos los propietarios de embarcaciones y aeronaves.
Cómo funciona la Canasta Básica Energética
El corazón del nuevo modelo es la Canasta Básica Energética (CBE). El subsidio ya no cubrirá un porcentaje fijo de la factura, sino que se limitará a un bloque de consumo considerado “indispensable” según la zona bioclimática donde viva el usuario. Si el costo de esa canasta básica supera un porcentaje específico de los ingresos del hogar (entre el 10% y el 15%), el Estado cubrirá solo la diferencia.
Esto implica un cambio drástico en la lógica de consumo. Por ejemplo, la electricidad tendrá bonificaciones sobre bloques limitados (como 300 kWh en invierno/verano y 150 kWh en meses templados). Todo lo que el usuario consuma por encima de ese tope se pagará a precio pleno de mercado. En el caso del gas, la ayuda se concentrará exclusivamente entre abril y septiembre, los meses de mayor demanda, dejando la tarifa sin subsidio durante el resto del año.
El impacto en la Patagonia y los aumentos que vienen
La implementación del SEF genera especial preocupación en las provincias patagónicas. Si bien el sistema de zonas bioclimáticas contempla consumos mayores para regiones frías, el nuevo criterio de ingresos elimina el “plus” o beneficio automático que existía anteriormente por zona desfavorable. Al bajar el techo de ingresos permitidos y endurecer los requisitos patrimoniales, muchos hogares del sur del país que dependen intensivamente del gas para calefaccionarse enfrentarán facturas significativamente más abultadas.
El Gobierno prevé una transición: durante 2026 aplicará una bonificación extraordinaria para amortiguar el golpe al bolsillo. Sin embargo, las asociaciones de consumidores advierten que la combinación de aumentos tarifarios y la quita de subsidios derivará en un incremento sustancial del peso de los servicios públicos sobre los salarios familiares.
Los usuarios actualmente registrados en el RASE migrarán de forma automática al nuevo Registro de Subsidios Energéticos Focalizados (RESEF), pero la autoridad de aplicación realizará cruces de datos mensuales. Quienes no cumplan con alguno de los nuevos requisitos perderán el beneficio de inmediato.









