OIL & GAS

Los factores que explican el aumento del precio de los combustibles

La guerra entre Rusia y Ucrania, el costo del petróleo, el aumento de la demanda interna, los impuestos y la inflación son las claves que explican los precios de los combustibles.

El aumento de los combustibles que rige desde la medianoche en las estaciones de servicio de YPF, y que se trasladará al resto de las marcas en las próximas horas, está directamente relacionado con el salto de los precios internacionales del petróleo que se desató en las últimas semanas por la guerra entre Rusia y Ucrania.

Se trata de la segunda suba del año, del 9,5% para los combustibles básicos y del 11,5% para los premium, en promedio. La anterior, en febrero fue de entre 9% y 11%, tras casi nueve meses de congelamiento.

Las principales variables que explican el incremento de los precios en los surtidores son las siguientes:

Precio del petróleo

El petróleo crudo es el principal insumo de la elaboración de combustibles, y representa alrededor del 80% de los costos. Al ser un commoditie, cotiza en dólares. Sin embargo, los combustibles se venden al consumidor en pesos. Con lo cual todo incremento del barril en moneda estadounidense y la depreciación de la moneda, presiona sobre la rentabilidad del sector.

A raíz de la recuperación de la economía a nivel global tras el avance de la vacunación contra el coronavirus y la contención de la pandemia, la demanda de crudo veía en ascenso y presionando sobre los precios internacionales, que oscilaron entre los 70 y 80 dólares el barril durante el segundo semestre de 2021.

En paralelo, en Argentina los precios de los combustibles se mantuvieron congelados desde mayo de 2021 hasta febrero de este año. Casi nueve meses sin variaciones en los surtidores fue generando un retraso en los precios en pesos y tensión entre los diversos eslabones de la cadena, sobre todo entre los productores de petróleo no integrados (los que extraen crudo pero no refinan) y las refinadoras puras.

En el país, el petróleo en el mercado interno se venía negociando a un promedio de 58 dólares el barril, mientras iba en ascenso en el mundo, hasta escalar cerca de los precios históricos de 140 dólares por la guerra en Europa. Hoy el Brent, de referencia para la Argentina, ronda los 105 dólares.

Demanda interna

La recuperación económica de la Argentina tuvo como correlato un incremento de la demanda de combustibles. YPF registró en el último trimestre de 2021 un aumento del 9% en comparación al mismo periodo de 2020 y un 7 % por encima de los niveles previos a la pandemia de 2019.

Ese comportamiento tiene incidencia en los costos de producción de las refinerías, que debieron importar más gasoil y naftas premium para cubrir la demanda local. Los combustibles se compran en el exterior a precio internacional, a una cotización que subió incluso más que el crudo. Esas compras se hacen a pérdida, ya que no se pueden trasladar directamente el costo a los surtidores en pesos.

Ese escenario generó una tensión en el sector refinador, sobre quién debe hacerse cargo de esas importaciones.

El CEO de YPF, Sergio Affronti, destacó la semana pasada en una conversación con inversionistas que YPF compra a terceros alrededor del 20% del crudo que utilizan sus referías para elaborar combustibles, lo que genera “complejas negociaciones con los productores locales, dado el descuento de los precios locales del crudo frente al aumento de los precios internacionales. Como resultado, durante el trimestre, incrementamos las importaciones de diésel premium y, en menor medida, gasolina premium para satisfacer la demanda local dentro de nuestra red minorista”.

El directivo indicó que la compañía mantiene “un enfoque prudente en el contexto de alta volatilidad en los precios internacionales, el lento ritmo de evaluación de la moneda y el entorno económico general del país”.

Surtidores y Vaca Muerta

Los precios minoristas de los surtidores significan el 50 % de los ingresos de YPF. La compañía necesita sostener constantes los valores de los combustibles en dólares para reinvertir los fondos en el desarrollo de Vaca Muerta, su principal fuente de crecimiento de la producción de petróleo.

Sin embargo, el escenario es complejo por la alta inflación que arrastra el país y la fragilidad de la recuperación de los salarios de los argentinos.

“Dada la mayor volatilidad que han experimentado los mercados internacionales en las últimas semanas, no esperamos alinear completamente los precios internacionales, sino aceptar algunos alineamientos, particularmente porque estaremos muy conscientes de la situación económica que atraviesa el país”, dijo Affronti.

Puja entre refinadores y productores

En diálogo con los inversores, Alejandro Lew, CFO de YPF, indicó que las negociaciones entre las empresas del upstream y las del downstream “se ha vuelto un poco más tensa por supuesto, dada la situación actual de los precios internacionales. Pero todavía tenemos esperanzas y esperamos que haya consenso y razonabilidad entre todas las partes para volver a sostener y poder continuar abasteciendo la demanda local de manera justa con una rentabilidad lógica para todos los diferentes segmentos a lo largo de la cadena de valor”.

Precios internacionales

Los precios de los combustibles venían en ascenso en gran parte del mundo a la salida de la pandemia, proceso que se aceleró tras la invasión de Rusia a Ucrania.

Argentina tiene los precios medidos en dólares más bajos de la región, en torno a los 0,97 dólares el litro, según el ranking elaborado por Global Petrol Prices al 7 de marzo. En todo el mundo, el promedio de la nafta se ubica en 1,29 dólares. Hay una diferencia sustancial entre los diferentes países. Como regla general, los más ricos tienen los precios más altos, mientras que los países más pobres, así como los que producen y exportan petróleo tienen precios significativamente más bajos.

Argentina tiene la nafta más barata que países vecinos como Chile (u$s 1,34), Uruguay (u$s 1,75), Paraguay (u$s 1,20), Brasil (u$s 1,28). La región paga precios más accesibles que Europa, donde países como Alemana están afrontando valores en surtidor que superan los dos dólares el litro, y junto con otros precios de la energía están impulsando la inflación a niveles que no se habían visto en más de tres décadas.

Las grandes diferencias entre países se explican a los impuestos y subsidios que se aplican, ya que todos tienen acceso a los mismos precios del petróleo en los mercados internacionales.

Aunque hay particularidades como en Argentina el mercado se regula a través de YPF, empresa bajo control estatal, que concentra casi el 60% de las ventas minoristas.

Además las retenciones a las exportaciones de crudo, del 8%, actúan como desacople de los precios internacionales. Pero en las últimas semanas la brecha entre la paridad de importación y el precio del barril en el mercado interno se disparó aún más.

Hay que tener en cuenta que las comparaciones son relativas, ya que es importante considerar el impacto que tienen los combustibles sobre los ingresos de los trabajadores y el resto de los precios de la economía.

Impuestos

En el país, los precios de be¡¡venta al público de los combustibles tienen una importante carga impositiva. Pagan tributos a las emisiones de dióxido de carbono y el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono que, por ley, se deben actualizar trimestralmente teniendo como referencia la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC). En febrero, el gobierno nacional decidió postergar esa actualización para el 1º de junio para evitar el incremento, resignando una importante vía de recaudación.

Inflación y costos en pesos

La inflación -como sucedes con todos los precios domésticos- también presiona sobre los costos en pesos de los combustibles, como los salarios, gastos de comercialización, logística y rentabilidad de las estaciones de servicio.

Biocombustibles

Otro factor que influye sobre los valores en surtidor es el costo del biodiésel y del bioetanol que se mezcla con el gasoil y la nafta.

La Secretaría de Energía dispuso a principios de año cuatro aumentos: de 3,5% en diciembre, 2,91% en enero, 3% en febrero y 2,49% en marzo, que totalizan un incremento de 12,45% respecto al valor de noviembre.

La nueva ley que regula al sector establece la aplicación de un corte mínimo obligatorio de 12% de bioetanol y una eventual reducción al 9% con la nafta, mientras que para el gasoil será de un 5%, con una eventual reducción al 3%.

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